10 julio 2006

Iniciativa

Hay que tener iniciativa, ser emprendedor.
Recordad que Doom empezó siendo shareware.

Pep Sanchez (Meristation)

Descubriendo aDeSe

Charla "Los videojuegos como alternativa de ocio para adultos" impartida por Carlos Iglesias de aDeSe
aDeSe (Asociación española de Distribuidores y editores de Software de Entretenimiento) está formada por las 16 empresas más importantes del sector -representan el 85% de la facturación- y tiene dos líneas de actividad abiertas:
1- Autoregulación mediante el sistema PEGI (Pan European Game Information): Vigente en 27 países, y adaptado a la cultura de cada uno de ellos, el PEGI es un sistema calificación por edades -y contenidos- de aplicación obligatoria para todos los asociados. Tiene un buen número de comités y consejos asesores que garantizan una calificación objetiva e imparcial.
2- Representar y defender los intereses de la industria frente a la administración.

El mayor problema de esta asociación es la percepción negativa hacia el sector de los videojuegos que aún se mantiene en muchos sectores sociales. Aún existe demasiada gente que opina que "los videojuegos son para niños" y se escandalizan cuando otros medios de comunicación (que empiezan a ver a los videojuegos como una amenaza para sus intereses) publican información sesgada sobre algunos títulos con valores que no encajan en ese ideal.
Ante tal situación, aDeSe lucha para catalizar la aceptación social de la industria mediante el sistema de regulación de contenidos por edades PEGI y, de este modo, conseguir que la administración admita y apoye a una industria que, de hecho, tiene mucho más trabajo artístico y factura más, que otras "artes" sobreprotegidas (mención especial al cine español).

El contrapunto a la charla de EA

Genial sátira de la política empresarial de EA. Extraida de ControlAltDel.

SurfEAndo las olas tecnológicas

Charla "Historia de las transiciones" impartida por Jaime Giné, vicepresidente de EA Europa
La industria del videojuego está fundamentada sobre la tecnología, eso nadie lo discute. Lo malo es que pocos son conscientes de lo que ello supone.
La evolución de la tecnología es extraordinariamente rápida y aunque suele ser bastante suavizada (más que nada por las estrategias de venta de las propias compañías del hardware), es un asunto de máxima importancia dentro de la industria, ya que, con cada nueva nuevo salto tecnológico aumenta la capacidad del hardware, las posibilidades de juego y... los costes. No es cosa de broma, muchas empresas han caído por no saber anticiparse al cambio.
Las transiciones tecnológicas -más conocidas como "olas"- no duran lo mismo en todos los soportes: mientras que en el PC se aparecen pequeños avances cada 2-3 meses (relativamente estable), el mercado de los móviles se renueva cada 2-3 años y las consolas pegan un gran salto tecnológico cada 5-6 años. Además, a medida que el hadware se hace más complejo, cada ola es más grande que la anterior y dura más.
Tomando como referente la estrategia de EA, la mejor forma de "surfear" cada ola es ser el primero en llegar a ella y "flexionar las rodillas" al entrar -para evitar golpearse más fuerte- o, si ya se tiene un tamaño considerable, adquirir la empresa con mayores posibilidades de superarla.

Aquellos maravillosos años

Charla "Videojuegos en España, de la máquina al vagón de cola" impartida por Pep Sánchez, de la revista Meristation
Aunque es por todos conocida la situación de estancamiento en que se encuentra la industria española de los videojuegos, pocos recuerdan que existió una época dorada (allá por la década de los 80) en la que un par de jóvenes autodidactas podían currarse un juego decente -para los baremos de aquel entonces- con unos medios realmente precarios. Era la época de las las máquinas Atari, de las cintas magnéticas, de las paletas de 4 colores... un terreno abonado para que apareciesen geniecillos que, gracias a su conocimiento total del hardware (algo impensable hoy en día), fueron capaces de crear verdaderas maravillas lúdicas cuya esencia aún perdura.
Pero aquel momento de esplendor terminó. La mayoría culpa del desastre a unos niveles piratería brutales (en torno al 95%), pero lo cierto es que cuando terminó aquel periodo de estabilidad tecnológica y empezaron a aparecer los ordenadores/consolas de 16 bits, pocos supieron adaptarse a los nuevos tiempos y entre la baja formación, el nulo apoyo de la administración y la escisión hasta el infinito de los pocos estudios decentes, la cosa acabó como acabó, con un mercado muerto en el que nadie invertía un duro.
Desde entonces la cosa se ha mantenido más o menos igual, con algún éxito esporádico (el mítico Commandos), pero poco más. ¿Y el futuro?, pues más de lo mismo pero peor, porque "si ya es difícil conseguir 10 personas con buena formación y un millón de euros, será MUCHO más complicado conseguir los 100 profesionales y los 10 millones que requiere un proyecto Next-Gen".
Por ahora, la única solución pasa por encontrar la manera de fomentar esta industria entre la administración, ya que en ese círculo todavía se ve al videojuego como una forma de ocio marginal e infantil. Una vez conseguido el apoyo de la administración, la aceptación social de esta industria subiría muchos enteros, y la formación profesional y el apoyo económico sería mucho más sencillo de encontrar.

El comienzo

Bueno, después de un -relativamente- largo viaje desde Bilbao, asistimos al comienzo de una nueva edición de los cursos de verano que ofrece la Universidad de Oviedo sobre el mundo de los videojuegos. Este año parece tener un perfil menos técnico que el anterior, pero las credenciales de algunos ponentes impresionan lo suficiente como para que, de entrada, ya pueda decir que ha merecido la pena el esfuerzo.
Este blog, teóricamente destinado a servir de práctica, será más que un mero resumen de las conferencias que se impartan durante el curso. El -inmenso- movimiento social detrás de los videojuegos merece más, mucho más... y es por eso que lucharé por crear un espacio donde cualquiera pueda acceder a todas experiencias personales que pueda obtener a lo largo de esta semana.

Será un verdadero reto... ¡y lo disfrutaremos!